“Hubo un ser que formó a nuestros ancestros, que lo llamamos Tsobatsa (Nakón). Él hizo los ríos, los caños, las lagunas, los morichales y todas las diferentes especies de árboles silvestres y frutales. Cuando hizo todo eso, nos lo dejó como regalo para que disfrutáramos […], pero además les dijo a los ancestros cómo debían de cuidarlo para que nunca se les acabara. Nos dejó todo eso para que viviéramos bien”

 

OMERO NOKO CHARIRE

Santa María de Irimene / Guafiyal

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En la comunidad de Guafiyal, cerca a la ribera del caño Aguaclara, vivimos los últimos representantes del pueblo Tsiripu. Este es nuestro asentamiento hace algunos años, pero no siempre hemos vivido aquí. A pocos minutos en dirección a las bocas del Casanare se encuentra Santa María de Irimene, un caserío hoy abandonado a donde llegamos cuando había avanzado el proceso de saneamiento del resguardo Caño Mochuelo. Veníamos del caño Pica Pico y alrededores, al occidente del resguardo, donde nos encontrábamos escondidos, huyendo de la violencia de los blancos. Fue tal la intensidad de su persecución, que hasta ese momento habíamos decidido no tener más hijos e hijas y nos habíamos resignado a desaparecer. 

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Hoy somos 22 familias, 87 personas en total. Nuestra población se ha recuperado, pues solo 32 originalmente llegamos al resguardo,* pero sabemos que todavía estamos en riesgo de desaparecer como pueblo. Nuestra lengua –parte del tronco lingüístico Guahibo, como otras muchas del resguardo–, nuestras tradiciones, nuestros sitios sagrados, nuestro conocimiento del territorio, el acceso a sitios para mariscar, esenciales para un pueblo móvil como el nuestro, se han visto seriamente amenazados por la irrupción de nuevos actores en las tierras circundantes al resguardo –e incluso en su interior–, que en otro tiempo podíamos recorrer con mayor libertad para procurarnos el sustento. Sin embargo, todavía hoy conservamos la memoria de esos caminos, así como la memoria de nuestros orígenes.

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* Romero Moreno, M. E., Castro Agudelo, L. M., y Muriel Bejarano, A. Geografía humana de Colombia. Región Orinoquia, vol. 1, tomo III (Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1993): 120.